Las bacterias prosperan en condiciones cálidas y húmedas y están presentes en casi todas las superficies de nuestro cuerpo. Cuando estos organismos se encuentran con la humedad, producen ácido clorhídrico (hCl). Se trata de un potente desinfectante que ataca a las bacterias e impide que se reproduzcan. Sin embargo, el hCl también puede ser muy ácido, lo que puede perjudicar nuestra salud, es por ello que se recomienda el uso de un cepillo lingual. Para proteger tu lengua de las bacterias dañinas, debes tener cuidado con cosas principales:
- ✓ Los alimentos – Ciertos alimentos son portadores de más de un tipo de bacterias dañinas. Asegúrate de que no estás comiendo cantidades excesivas de lácteos o subestimando la cantidad de sal en tu comida.
- ✓ Bebida – Los refrescos y los zumos de frutas contienen altas concentraciones de hCl; necesitas equilibrar la acidez de tu dieta con alimentos de base alcalina. Sigue leyendo para saber más sobre cómo tu dieta puede afectar al riesgo de desarrollar sarro.
¿Qué causa el sarro?
Se cree que la producción excesiva de acidez por parte de nuestro cuerpo es una protección natural contra las infecciones. Si un cuerpo extraño entra en nuestro organismo, liberamos una sustancia química que neutraliza las bacterias dañinas y las mantiene a raya. Este proceso se denomina hidratación del cuerpo. Sin embargo, la producción excesiva de acidez puede ser perjudicial si se produce en exceso y la exposición excesiva a ella conduce al sarro. Por eso es importante proteger la lengua de las bacterias dañinas siguiendo estos consejos:
- Evitar el consumo de productos lácteos – La acidez natural de la leche de vaca es mayor que la de la leche de soja y la de almendras, lo que puede causar irritación e infecciones en las personas que la consumen.
- Evite comer ciertas verduras – Su cuerpo no necesita consumir vitaminas y minerales de las verduras que come diariamente. Puedes obtener suficiente vitamina C y B bebiendo zumo de naranja o tomando un multivitamínico.
- Lávate las manos a menudo – Las bacterias se acumulan en nuestras manos cuando no las lavamos correctamente, dejándonos una piel «gruesa». Esto es un caldo de cultivo para las bacterias y puede causar acné, cicatrices de acné y otros tipos de daños en la piel.
- Reconoce y limpia tus dientes – El sarro se acumula en nuestros dientes cuando no los limpiamos adecuadamente también. Esto puede provocar mal aliento y caries.
- Protege tu piel del sol – Los rayos UV del sol son perjudiciales para tu piel, pero los rayos ultravioleta B (de onda corta) son los más dañinos para tu piel. Estos rayos son los que más penetran en la piel y pueden provocar envejecimiento, cáncer y envejecimiento prematuro. También se cree que los rayos UV del sol son responsables de la aparición de arrugas, rojeces (eritema multiforme) y otros signos de envejecimiento.
- Limita tu consumo de alcohol – El alcohol daña el hígado y los riñones, y por lo tanto es tóxico para tu cuerpo. El consumo excesivo de alcohol también daña el esmalte de tus dientes, aumentando el riesgo de desarrollar sarro.
- Evitar el consumo de sal – El sodio de la sal es lo que la hace perjudicial. Interfiere con la capacidad de tu cuerpo para regular el pH, produciendo un exceso de acidez que puede dañar tu salud.
- Haz que tu dieta sea equilibrada – Una dieta equilibrada en general debe contener una serie de alimentos con pH neutro como frutas y verduras, pescado, frutos secos, semillas y harinas integrales.
- Cepíllate los dientes y usa el hilo dental a diario – El ácido de nuestro cuerpo ataca el esmalte desde el interior. El uso regular del hilo dental evita que los dientes se «envejezcan», lo que puede ocurrir antes cuando se es joven.
- Mantener una buena movilidad – Estar sentado durante mucho tiempo puede hacer que tu cuerpo genere más ácido. Esto conduce al sarro y a la pérdida de hueso, así como a un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
- Evite el estrés – Las hormonas del estrés, como el cortisol, aumentan la producción de ácido de su cuerpo, lo que daña el esmalte de sus dientes.
Cómo se desarrolla el sarro
A medida que envejece, su cuerpo produce menos ácido y más de una sustancia alcalina llamada bicarbonato (bic). El bicarbonato es lo que neutraliza la acidez; también es el responsable de mantener el esmalte de tus dientes en un estado saludable. Sin embargo, a medida que envejecemos, perdemos bicarbonato en nuestro cuerpo; aquí es donde se encuentra el mecanismo exacto de desarrollo del sarro.
Tipos de sarro
Existen tres tipos principales de sarro: espumoso, sindónico y granular.
El sarro espumoso es el tipo más común y se forma en la parte posterior de los dientes; se llama sarro «espumoso» porque es difícil de ver.
El sarro de Montevideo o duro (granular) está causado por los minerales ácido úrico y magnesio; se suele encontrar en los dientes delanteros.
El estroncio y los minerales que contienen calcio, como la apatita y la condrina, también son causa de sarro duro.
El resultado final
Una vez que un diente está «fijado» y picado, generalmente es demasiado tarde para tratar o revertir el daño. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para minimizar el riesgo de desarrollar sarro. El cepillado diario con un cepillo de dientes suave, el uso de un protector bucal al comer o beber y la realización de una limpieza dental (preferiblemente bianual) ayudarán a evitar que este daño empeore. Si desarrolla sarro, puede utilizar nuestro enjuague bucal, «Away We Go», para tratar o eliminar el problema. Este enjuague bucal contiene bicarbonato de sodio y agua, que son conocidos por neutralizar la acidez de la boca.
Puntos clave
- La acidez en nuestro cuerpo es necesaria para la supervivencia.
- La cantidad de acidez en nuestra dieta puede regularse eligiendo alimentos poco ácidos y aumentando la cantidad de alimentos alcalinos en nuestra dieta.
- Tomar suficiente agua (2-3 litros) y vitamina C (200-300 mg) es importante para prevenir y controlar el sarro.
- Recuerda mantener la boca hidratada bebiendo agua y utilizando un enjuague bucal.
- Termina tu día con una sonrisa – Una boca sana sienta bien y tiene buen aspecto; previene el sarro y mejora tu sonrisa.
- Ahora sigue con tu día – ¡Terminemos esta guía con una sonrisa y la cara bien puesta!